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TEXTO EN PANTALLA: 6 de enero de 1984

ARCHIVO (NBC, 1-6-84):
PRESENTADOR: El pueblo argentino comienza por fin a desentrañar el misterio de los desaparecidos.

ARCHIVO (NBC, 1-6-84):
REPORTERO: Los restos de muchos de los desaparecidos están siendo encontrados en tumbas sin nombre en todo el país. Muchos de los cuerpos muestran signos de tortura.

NARRACIÓN: Durante la dictadura militar en Argentina, de 1976 a 1983, hasta 30,000 personas desaparecieron sin dejar rastro.

Algunas de ellas eran jóvenes embarazadas. Las mantuvieron con vida hasta que dieron a luz, y al menos 500 de sus bebés fueron entregados a parejas consideradas simpatizantes del régimen.

ESTELA DE CARLOTTO: Pensaron, estos depredadores, que nosotras las mujeres éramos débiles y que nos íbamos a quedar en nuestra casa llorando por miedo. Y se equivocaron. 

NARRACIÓN: Se trata de una historia que se sigue contando hoy en día, casi 40 años después de que comenzara.

UKI GOÑI: Es tan fácil de conectar con esta historia. Secuestraron a mi hija. Estaba embarazada. ¿Dónde está mi nieto? Es la historia más esencialmente humana del mundo.

¿DÓNDE ESTÁ MI NIETO?

ARCHIVO (CBS, 24-3-76):
REPORTERO: Una junta militar de tres hombres ha tomado el Gobierno de Argentina.

NARRACIÓN: El golpe de estado comenzó en las primeras horas de la mañana del 24 de marzo de 1976.

ARCHIVO (CBS, 3-24-76):
REPORTERO: La acción fue rápida y eficiente, y la nueva junta gobernante compuesta por líderes golpistas parecía estar en claro control del estado. 

NARRACIÓN: No pasó mucho tiempo antes de que la dictadura militar empezara a acorralar a los grupos guerrilleros y a los que se creía que eran personas subversivas de izquierda.

ISABEL MIGNONE-DEL CARRIL: Los militares iban a la casa, o a donde trabajaba la persona, o a la universidad, y después, era como si se los hubiera tragado la tierra.

NARRACIÓN: La hermana de Isabel Mignone del Carril fue una de las primeras en ser capturadas.

ARCHIVO (NBC, 18-6-82):
REPORTERO: La trabajadora social Monica Mignone desapareció en 1976. Organizaba la resistencia a un proyecto gubernamental que buscaba demoler barrios marginales; la Srta. Mignone tenía 24 años.

ARCHIVO (NBC, 18-6-82):
EMILIO MIGNONE: Soy totalmente pesimista sobre su destino.

ISABEL MIGNONE-DEL CARRIL: Mi padre nos dijo que probablemente la habían matado. Las cogían, les sacaban información y luego se deshacían de ellas. A las únicas que realmente mantenían con vida era a las mujeres que estaban embarazadas.

UKI GOÑI (AUTOR Y PERIODISTA): Consideraban comunistas a estas mujeres y, desde luego, a los padres de estos niños por nacer, y existía el peligro de que criaran a estos niños como comunistas. Así que se les ocurrió una idea: “Vamos a dejar que den a luz, luego vamos a matar a la madre y luego vamos a entregar a los niños a ‘familias católicas adecuadas’ para que los críen como si fueran suyos. Los niños nunca lo sabrán”.

NARRACIÓN: Estela de Carlotto, ama de casa y directora de escuela, tenía 47 años en noviembre de 1977 cuando desapareció su hija Laura, de 22 años.

ESTELA DE CARLOTTO: Fue la primera de mis cuatro hijos. Laura fue una chica muy respetuosa, pero muy fuerte de personalidad. Entró en una militancia política porque quería cambios. 

NARRACIÓN: Carlotto dice que estaba desesperada por saber qué le había pasado a su hija.

ESTELA DE CARLOTTO: En ese momento, yo era igual que las otras madres: muy inocente. Nosotros no sabíamos que estos militares venían a matar gente. Nosotros esperábamos el regreso de nuestros hijos. 

NARRACIÓN: Pero no fue así. Carlotto nunca volvería a ver a su hija Laura. En agosto de 1978, fue asesinada por sus captores.

Aunque devastada, Estela de Carlotto fue una de las más afortunadas: le dieron el cuerpo de su hija para enterrarlo. Dos años más tarde se enteró de algo que sospechaba: Laura estaba embarazada y había dado a luz a un hijo antes de ser asesinada.

ESTELA DE CARLOTTO: Yo enterré a Laura; sabía dónde estaba Laura. Pero no sabía dónde estaba mi nieto.

NARRACIÓN: Poco después, se unió a las Abuelas de la Plaza de Mayo.

ESTELA DE CARLOTTO: Sola era peligroso. No compartía mi dolor. O sea, encontrar a las Abuelas fue encontrar compañía, intercambiar ideas y cuidarnos entre nosotras. 

F. ALLEN HARRIS (EMBAJADA DE EE.UU., ARGENTINA, 1977-1979): Las Madres buscaban a sus hijos muertos. Las Abuelas buscaban a sus nietos vivos. Ésa era la diferencia. Eran organizaciones paralelas.

NARRACIÓN: Todos los jueves, ambos grupos marchaban en una protesta silenciosa alrededor de la Plaza de Mayo, la famosa plaza de la ciudad situada frente al palacio presidencial… Su silencio no tardó en hacerse oír en todo el mundo.

F. ALLEN HARRIS: Su lucha valiente demostró al mundo entero que algo horrible estaba ocurriendo en Argentina.

NARRACIÓN: La dictadura duró siete años. Durante ese tiempo, hasta 30,000 personas fueron torturadas y asesinadas en centros de detención de todo el país. Aunque muchas de las víctimas fueron enterradas en fosas comunes, casi 5,000 fueron llevadas a un espacio conocido simplemente como la ESMA.

UKI GOÑI: Al principio, encendían enormes hogueras e incineraban los cadáveres. Cuando el número de personas capturadas empezó a crecer, ese ya no era un método viable. Entonces decidieron utilizar aviones militares. Drogaban a los detenidos de la ESMA hasta que estaban en una especie de estado medio despierto, medio dormido, los cargaban en los aviones y los arrojaban al Océano Atlántico.

NARRACIÓN: Tras la caída del régimen, las abuelas estaban desesperadas, no sólo por saber qué les había ocurrido a sus hijos, sino también por recuperar a sus nietos que fueron robados al nacer.

VICTOR PENCHASZADEH (GENETISTA MÉDICO): Tenían como una agencia de inteligencia. Trabajaban como detectives ya durante la dictadura.

NARRACIÓN: Su búsqueda les llevaría a Nueva York y al despacho del genetista argentino exiliado, Víctor Penchaszadeh.

VICTOR PENCHASZADEH: Su pregunta era: “¿Es posible identificar a los niños aunque no tengas a sus padres?”.

NARRACIÓN: La respuesta fue sí. Podían cotejar marcadores genéticos con muestras de sangre de cualquier abuelo, tía o tío vivo.

ESTELA DE CARLOTTO: Al principio buscábamos pero no teníamos pruebas de cuál era mi nieto. 

NARRACIÓN: Así que recurrieron a la ciencia… y en 1987 empezaron a almacenar su la información obtenida en un nuevo banco genético nacional que acababa de crearse. Para entonces, ya habían encontrado a 39 nietos desaparecidos.

VICTOR PENCHASZADEH: La verdad es la verdad. Quiero decir que esta es la base ética de todo lo que las Abuelas han estado haciendo.

NARRACIÓN: Y esa búsqueda de la “verdad” llevaría a algo que los generales nunca habían imaginado…

ARCHIVO (NBC, 12-9-85):
PRESENTADOR: Un tribunal civil en Argentina condenó hoy a cinco ex jefes militares acusados de asesinato, tortura y otros cargos.

NARRACIÓN: Gran parte de la evidencia reunida contra el régimen provino de las abuelas y las madres. Su trabajo con expertos forenses en el usualmente doloroso proceso de encontrar e identificar los restos de sus hijos ayudaría a asegurar las condenas contra los ex dictadores.

En mayo de 2014, Estela de Carlotto y las abuelas habían encontrado o identificado a 113 nietos desaparecidos… y a sus 83 años, su determinación de continuar la búsqueda que comenzó en 1978 con el asesinato de su hija…parece más fuerte que nunca.

ESTELA DE CARLOTTO: Nunca voy a dejar de hacer lo que estoy haciendo porque hay adentro una fuerza muy grande que es el amor, el amor por los hijos, el amor por los nietos. 

IGNACIO HURBAN: Empecé a tener conocimiento de las Abuelas y también de Estela de Carlotto ya cuando egresé de la escuela secundaria y fui a estudiar a un conservatorio de música. 

NARRACIÓN: Ignacio Hurban nació en junio de 1978. Sus padres eran agricultores y vivían cerca de la ciudad de Olavarría, a unas 220 millas de Buenos Aires. Ignacio cuenta que una vez hace algunos años estaba en casa viendo la televisión.

IGNACIO HURBAN: Aparece una imagen, la figura de Estela (de Carlotto) y comento: “Qué pena, esta mujer, toda una vida buscando y quiźas nunca encuentre a su nieto”.

NARRACIÓN: Cuando cumplió 36 años, en 2014, Ignacio se enteró de que había sido adoptado en plena dictadura.

IGNACIO HURBAN: Fue un shock, sí. Mis padres de crianza no fueron los que me dijeron. Cuando les pregunté, ellos ratificaron lo que me habían contado. Me apoyaron y estuvieron de acuerdo todo el tiempo mientras yo decidí salir a buscar quién era mi familia biológica.

NARRACIÓN: Él es un músico consagrado y director de un conservatorio de música. Aunque dice que se quedó atónito al enterarse que era adoptado, no puede negar que, al crecer, tuvo algunas dudas.

IGNACIO HURBAN: Las sospechas fueron el parecido físico que no existía, fundamentalmente, y después algunas cuestiones de decisiones que tomé en la vida que no eran las que hubieran tomado mis padres de crianza. 

NARRACIÓN: Poco después de su descubrimiento, Ignacio acudió a las Abuelas, que programaron un análisis de sangre.

Los resultados fueron enviados a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI), el organismo gubernamental que impulsaron las abuelas para recuperar la historia familiar de sus nietos. 

En agosto de 2014, apenas unos días después de hacerse la prueba, Ignacio recibió los resultados por parte del titular de la comisión.

IGNACIO HURBAN: Me dijo de quién era nieto. Y que mi abuela me estaba esperando, muy emocionada. Nos encontramos inmediatamente, al otro día. No había mucho más para esperar. Ella ya había esperado demasiado.

ESTELA DE CARLOTTO: Dentro de su carácter de bonachón que tiene y simpático, dijo, muy en broma, por supuesto: “Si yo soy nieto de las Abuelas, por lo menos que sea Estela mi abuela”. Él ya parecía que lo presentía.

UKI GOÑI: Creo que el país se unió en un enorme grito de alegría. Fui a la rueda de prensa en la que apareció públicamente Estela con él por primera vez, y había una sala llena de periodistas todos llorando, yo incluido, porque ella representaba tanto para nosotros. Quiero decir, ella había sido muy valiente. Había puesto tanto de sí misma en juego. Y finalmente tuvo su recompensa.

NARRACIÓN: Y para su nieto, la recompensa sería doble.

El banco genético no sólo reveló la identidad de su madre, sino que dio a conocer, por primera vez, el nombre de su padre: Walmir Montoya. Los restos de Montoya fueron identificados en 2009. Y su información fue almacenada entonces en el banco genético, en el cual estuvo discretamente guardada hasta que se introdujo el ADN de Ignacio. El resultado fue inmediato e indiscutible.

IGNACIO HURBAN: Entonces, la noticia vino por partida doble. De esa manera, no sólo se esclareció de quién era el nieto, sino además quién era el padre de ese nieto.

NARRACIÓN: Pero con esos resultados llegó algo más: los padres que lo criaron se enfrentarían a una investigación judicial.

ESTELA DE CARLOTTO: Cada vez que encontramos un nieto, interviene la Justicia, entiende que hay un matrimonio que ha cometido un delito. Ellos inexorablemente tienen que ser juzgados por la Justicia. Bueno, esas personas que criaron a mi nieto han cometido un delito. Es un delito grave, un delito de lesa humanidad. Tienen atenuantes en el sentido de que eran personas del campo que tenían un patrón que los dominaba y que les trajo un día un niño. Y les dijo: “No pregunten y nunca le digan que no es hijo de ustedes”. Pero yo personalmente no les culpo ni los exculpo. Eso está en manos de la Justicia.

NARRACIÓN: Ignacio Hurban es ahora Ignacio Montoya Carlotto. Aunque ha cambiado de nombre, dice que su vínculo con los padres que lo criaron sigue siendo fuerte, y está orgulloso de ser el nieto número 114 en ser identificado.

Después de Ignacio, otros tres nietos fueron encontrados. Cientos más siguen desaparecidos.

A sus 84 años, Estela de Carlotto no tiene intención de aminorar el paso y lleva su mensaje, y ahora su nieto, a todo el mundo.

IGNACIO MONTOYA CARLOTTO: Está mi vida pública con mi abuela, y mi vida privada y afectiva con ella, que es una vida que vamos construyendo. En ese sentido, tan sólo somos un nieto y una abuela.

ESTELA DE CARLOTTO: Cuando encontré a mi nieto y lo pude abrazar, no se parece físicamente a su mamá, pero yo sabía que en la sangre de él estaba mi hija Laura. Y fue como recuperarla. 

NARRACIÓN: A orillas del río, en Buenos Aires, hay un monumento conmemorativo, un homenaje a las miles de personas que fueron secuestradas, torturadas y asesinadas. Para los argentinos, es un duro recordatorio de un pasado oscuro y no tan lejano.

ESTELA DE CARLOTTO: Este encuentro es el cierre de mi búsqueda personal, pero yo voy a seguir como Abuela de Plaza de Mayo mientras tenga vida, buscando todos los nietos que faltan. Y además, buscando la verdad y la justicia.

(FIN)