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MARGARITA “MITA” CUARÓN (EXALUMNA, ESCUELA SECUNDARIA JAMES A. GARFIELD): Si tenemos que salir a las calles y reclamar nuestro derecho a la igualdad en nuestras escuelas, que así sea.

TEXTO EN PANTALLA: 

ESTE DE LOS ÁNGELES, 1968

MITA CUARÓN: Fui a la escuela secundaria Garfield. Mi primer semestre fue en 1967. Las escuelas del East Side eran conocidas como las “escuelas mexicanas”. Si hablábamos español, había castigo corporal. Y la lección que daban era: queremos que ustedes se asimilen.

CARLOS MONTES (EX ALUMNO, ESCUELA SECUNDARIA JAMES A. GARFIELD): Los profesores realmente no entendían quiénes éramos. Ya sabes, se burlaban de nuestros nombres cuando pasaban lista. La mayoría de nosotros simplemente pasábamos por ahí como en un rebaño y si uno abandonaba o se salía, no les importaba.

CARLOS MUÑOZ, JR.(AUTOR, “JÓVENES, IDENTIDAD, PODER: EL MOVIMIENTO CHICANO” / EX ESTUDIANTE, BELMONT HIGH SCHOOL): Los mexicano-estadounidenses tuvieron una de las tasas de deserción escolar más altas en la ciudad de Los Ángeles. No se nos consideraba lo suficientemente inteligentes como para poder ir a la universidad.

MOCTESUMA ESPARZA (EX ALUMNO, ESCUELA SECUNDARIA ABRAHAM LINCOLN): La educación que todos recibimos tenía como objetivo convertirnos en trabajadores, peones, comerciantes.

MITA CUARÓN: A las niñas les decían: “Oh”, ya sabes, “no queremos perder el tiempo contigo”. Ya sabes, “simplemente vas a quedar embarazada”.

NARRACIÓN: Hubo un grupo de estudiantes de secundaria, recién graduados y activistas que se unieron para abogar por mejores escuelas. Fueron alentados por Sal Castro, uno de los pocos maestros que criticaba la forma en que las escuelas trataban a los estudiantes mexicano-estadounidenses.

ARCHIVO (1968):
SAL CASTRO: La mayoría de los profesores se acercan a los mexicanos con una actitud negativa. “No tienes nada por ofrecerme, voy a convertirte en anglo contra viento y marea”.

MOCTESUMA ESPARZA: Sal Castro era profesor en la escuela secundaria Lincoln. Y quería que sus estudiantes supieran que era fantástico ser mexicano, que nuestra cultura e historia eran importantes y que habíamos hecho enormes contribuciones. Y entonces, aprendí eso con él.

CARLOS MUÑOZ, JR.: Merecemos una buena educación. Merecemos algo que sea positivo porque somos ciudadanos de este país. La lucha por los derechos civiles fue toda en blanco y negro, ya sabes, y nos quedamos fuera de escena. Y entonces tuvimos que establecer nuestra identidad y lo hicimos llamándonos Chicanos.

VICKIE CASTRO (EX ESTUDIANTE, ESCUELA SECUNDARIA THEODORE ROOSEVELT): Ser chicana era una identidad propia que significaba que estábamos aquí para generar un cambio. Y lo queríamos.

MITA CUARÓN: Hicimos una lista de nuestras demandas y nuestras reivindicaciones para llevarlas a la junta de educación. Se lo dejamos a ellos y esperamos y esperamos, y no se hizo nada.

VICKIE CASTRO: Y luego Sal simplemente dijo las cosas como eran. Nos convenció de que no pasaría nada hasta que apareciera la prensa.

MITA CUARÓN: Necesitábamos convertirnos en activistas, llevarlo a otro nivel. Queremos ser escuchados. Queremos que nuestra voz sea escuchada.

MOCTESUMA ESPARZA: Lo que estaba pasando en el mundo en términos de protestas contra la guerra de Vietnam y la lucha por los derechos civiles de los afroestadounidenses–todas estas cosas nos rodeaban. Por eso fue un paso muy simple decir que necesitamos protestar. Y como niños de secundaria, sonaba mucho mejor decir “explotar”. Entonces, tenemos que explotar. Necesitamos salir.

CARLOS MONTES: Estacionamos el auto y corrimos hasta la puerta principal de Lincoln High School, el edificio principal, y comenzamos a gritar: “Dejen las aulas a las 10 en punto”. Gritábamos “salgan, salgan, salgan” y golpeábamos los casilleros.

MOCTESUMA ESPARZA: Diez segundos, 20 segundos, 30 segundos. Y no pasaba nada. Parecía una eternidad. Y no sabíamos si iba a pasar algo. Pero entonces, la puerta empezó a abrirse. Y cientos y, en última instancia, más de mil niños salieron a raudales de la escuela secundaria Lincoln.

NARRACIÓN: Casi al mismo tiempo, estudiantes de otras escuelas comenzaron a abandonar las aulas para marchar. 

MITA CUARÓN: Crucé la calle corriendo, vi un cono de calle, salté encima del auto y comencé a gritar: “¡Salgan a marchar! ¡Salgan a marchar!” por el cono.

ARCHIVO (1968):
ESTUDIANTE: Ustedes les han mostrado su poder. Siéntanse orgullosos. 
 

MOCTESUMA ESPARZA: Fue emocionante. Fue un momento extraordinario y empoderador ver a nuestra comunidad ponerse de pie.

NARRACIÓN: A medida que se extendían las protestas, en algunas escuelas, los estudiantes se encontraron con que llegaban policías.

ARCHIVO (NBC, 1968):
POLICÍA: Usted será arrestado a partir de ahora.

MITA CUARÓN: Hay una fotografía famosa que muestra sus espaldas mientras se acercaban. Yo estaba del otro lado.

MOCTESUMA ESPARZA: La policía, con bastones, entró como una tromba y dejó a los niños ensangrentados, golpeandolos. Niños que intentaban trepar vallas para escapar eran derribados y luego apaleados.

NARRACIÓN: La semana siguiente, Mita Cuarón dice que fue arrestada y sacada a rastras de la oficina del director de la escuela.

MITA CUARÓN: Con el poco aire que lograba tomar, porque tenían un bastón [señala su garganta], dije, mientras nos arrastraban, “Miren lo que nos están haciendo. Miren lo que nos están haciendo”, una y otra vez.

MOCTESUMA ESPARZA: Rápidamente se dio a conocer en toda la comunidad que esto estaba pasando, que la policía nos había brutalizado. Y al día siguiente, el clero estaba allí y los líderes sindicales estaban allí y nuestros padres estaban allí. Y se unieron a nosotros.

MITA CUARÓN: Los padres eran los que debían estar al mando. Nosotros no.

ARCHIVO (REUNIÓN DE ESTUDIANTES CON EL SUPERINTENDENTE ESCOLAR ADJUNTO, NBC, 1968):
MITA CUARÓN: ¿Por qué no está ahí sentado con nosotros en esta reunión? Es nuestro director de nuestra escuela y ni siquiera está ahí sentado.

MITA CUARÓN: ¿Estaba preparada para algo así a los 15 años? No. Pero no estamos recibiendo educación, no estamos recibiendo un trato justo. 

NARRACIÓN: Las protestas duraron más de una semana, sumándose estudiantes hasta ser unos 15,000.

ARCHIVO (NBC, 1968):
ESTUDIANTE: Estamos cansados de hablar. Quiero decir, hablar no nos llevará a ninguna parte, queremos algo de acción, señor, quiero decir, de verdad. Y vamos a estar unidos y vamos a luchar por algo que vamos a conseguir.

NARRACIÓN: Se convenció a los estudiantes para que regresaran a la escuela y, finalmente, la junta aceptó algunas de sus demandas, incluyendo más docentes y administradores bilingües.

Pero casi tres meses después…

CARLOS MUÑOZ, JR.: Tocan la puerta. Bang Bang Bang. Así que fui a la puerta de adelante, la abrí y todos estos policías corren, entran como una tromba a mi departamento y me tiran al suelo.

MOCTESUMA ESPARZA: Y me dijeron que estaba arrestado. Les pregunté: “¿por qué?” No me lo dirían. Lo siguiente que supe fue que estaba esposado y siendo arrojado a la parte de atrás de un automóvil. 

NARRACIÓN: Trece de los organizadores de la protesta, incluido Sal Castro, fueron acusados de conspiración para desestabilizar a las escuelas y se enfrentaban a décadas de prisión.

VICKIE CASTRO: Recuerdo que cuando los acusaron, quedé en estado de shock. Nunca se nos ocurrió que estuviéramos infringiendo la ley. Estábamos pidiendo mejores escuelas, pidiendo tener consejeros universitarios que nos impulsaran a crecer, pidiendo menos castigo corporal. ¿Cómo es eso violar la ley?

CARLOS MONTES: Lo que pasó es que el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés) envió policías encubiertos a infiltrarse y espiar organizaciones, el Movimiento de Liberación Negra, el Movimiento Chicano.

NARRACIÓN: Mientras esperaban el juicio, Castro fue destituido de su cargo como docente… lo que provocó más protestas contra la junta escolar.

MOCTESUMA ESPARZA: Decidimos ocupar la junta escolar y estuvimos semanas allí.

CARLOS MONTES: Finalmente hubo una moción para restituir a Sal Castro. Yo estaba allí y Sal estaba allí. Todos hablaron a favor de su reintegro.

ARCHIVO (1968):
Hemos venido una vez más a pedirles que hagan lo que es justo: traer a Sal Castro de regreso a su salón de clases.

MOCTESUMA ESPARZA: Y todavía recuerdo este momento glorioso en el que la junta escolar vota para reintegrarlo y los Los Boinas Cafés (Brown Berets, en inglés) lo levantaron sobre sus hombros y lo sacaron en andas de la junta escolar. Es una imagen increíble que quedó grabada en mi memoria.

ARCHIVO (NBC, 1968):
SAL CASTRO: Sólo espero que ahora podamos abordar el problema que en realidad tenemos. 
REPORTERO: ¿Cuáles son esas cuestiones?
SAL CASTRO: El verdadero problema es la educación de los niños mexicanos.

NARRACIÓN: Castro volvió a la docencia. Y los cargos más graves contra (los llamados) “L.A. 13” fueron posteriormente desestimados al ser considerados una violación de la Primera Enmienda.

Fue uno de los primeros momentos importantes del nuevo movimiento por los derechos de los chicanos.

CARLOS MONTES: Esta fue la primera vez que los jóvenes chicanos salieron a las calles para exigir igualdad y justicia. E hicimos historia. Hubo huelgas en Denver, Colorado, Albuquerque y Texas. De modo que la huelga ayudó a generar un movimiento cada vez mayor de poder chicano a nivel nacional.

ARCHIVO (1971):
¡Poder chicano!

CARLOS MONTES: Eso incluía la lucha por la tierra, la lucha contra la guerra, la lucha contra la brutalidad policial, la lucha por el poder político.

NARRACIÓN: En los años que siguieron a las protestas, los mexicano-estadounidenses han logrado amplios avances en representación política, las tasas de deserción escolar han disminuido y más estudiantes chicanos van a la universidad.

MOCTESUMA ESPARZA: Ahora hay senadores, estrellas de cine, multimillonarios, empresarios, ingenieros, médicos. Vickie Castro fue elegida miembro de la junta escolar y presidenta.

VICKIE CASTRO: Desde mi jardín de infantes hasta mi último grado de la escuela, nunca vi a nadie con autoridad que se pareciera a mis padres o a mí. Eso ha cambiado completamente.

NARRACIÓN: Pero muchos de los organizadores de la protesta dicen que la desigualdad y los estereotipos que enfrentaban en ese momento siguen teniendo peso 55 años después.

MOCTESUMA ESPARZA: La junta escolar inició reformas que aún están pendientes el día de hoy. No han sido terminadas. Todavía existe una disparidad en la educación para los estudiantes mexicano-estadounidenses y otros estudiantes de color. Todavía hay una enorme subrepresentación en la universidad. Todavía hay mucha desigualdad. Pero también hubo un cambio tremendo. Y eso comenzó cuando esos estudiantes se levantaron y salieron de las escuelas a marchar en 1968. 

(FIN)